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Disfrutando al aire libre

Las cosas son como son y no como nos gustaría fuesen. No podemos controlar lo que ocurre, igual que no podemos ser responsables de lo que hagan los demás, y solo podemos ser responsables de nuestros propios actos y nuestras propias respuestas a los actos de los demás y a las circunstancias de la vida.

 

Por ello, es importante aceptar lo que la vida nos traiga y dejar de reaccionar para aprender a responder, a dar nuestra propia respuesta auténtica y sincera, no solo la reacción automática que nos sale. Reconocer y asumir esta responsabilidad es primordial para poder tener mayor control y libertad sobre nuestras propias vidas. De esta forma podemos ser más y mejor nosotros mismos y cultivar, progresivamente, más autenticidad.

¿Qué podemos hacer?

  • Cultivar la observación

  • Tomar distancia de nuestros pensamientos, para dejar de creernos todo lo que pensamos.  

  • Cultivar la aceptación

  • Trabajar el mindfulness y la respiración como herramientas para ganar en control, libertad y autenticidad.

  • 2. Mindfulnes

Tu concepto o percepción de la realidad no es la realidad. Cuando quedas atrapado en tus percepciones e ideas, pierdes la realidad (Tchit Nhat Hanh).

 

La mente está activa la mayor parte del tiempo y le encanta vagar por el pasado, o adelantarse al futuro. A este estado de pensamiento, se le llama estado de rumiación y es probablemente la causa y no solamente la consecuencia de la infelicidad. El estado de atención es lo que surge  de estar presentes, con propósito, de forma abierta y amable en el momento presente y sin juzgar. Al cultivar el mindfulness, adoptamos una posición neutral como si fuésemos un observador externo.

// Historia de la política de la felicidad

Image by Natalia Y

Durante la historia la consideración de la felicidad ha sido un tema importante y se ha aboradado de distintas formas.

La felicidad conforma una aspiración humana básica. Desde los albores de la historia, la búsqueda de la felicidad ha sido un tema relevante. Son muchas las preguntas que han ido surgiendo: ¿pueden todas las personas ser felices o la felicidad es solo un derecho de unos pocos? ¿es la vida en esta tierra la oportunidad para ser felices o es un asunto que tenemos que reservar para “el más allá”? ¿dónde podemos encontrar la felicidad?

Desde la época griega se tiene constancia de la importancia que distintos pueblos han dado a la búsqueda de la felicidad. Aristóteles (384-322 a.C.), como hemos indicado en la sala de distintas miradas a la felicidad consideraba que “la felicidad es la finalidad última de la existencia humana”. Según este autor, la única forma de cultivar la felicidad es mediante el cultivo de la virtud. Aristóteles entendió la felicidad más allá del placer y consideraba que la felicidad debe considerarse en toda la vida siendo "la buena vida" aquella vida significativa. En el Renacimiento la felicidad se entiende por primera vez como un derecho individual, que se disfruta en la tierra, aquí y ahora, y no en el más allá.

 

Más recientemente, en 1776, la Declaración de Independencia de los Estados Unidos incluye la búsqueda de la felicidad como un derecho fundamental. El artículo 13 de La Pepa, la primera constitución española aprobada en 1812 por las Cortes de Cádiz, recoge: “El objeto del gobierno es la felicidad de la nación, puesto que el fin de toda sociedad política no es otro que el bienestar de los individuos que la componen”. A día de hoy, el derecho a la felicidad está considerado en constituciones como la de Brasil, Japón o Corea del Sur (1) y numerosos pensadores y autoridades defienden que el fin último del gobierno consiste en promocionar el bienestar ciudadano.

Cabe recordar a Bután como país pionero en introducir el enfoque de la felicidad en sus políticas durante la década de 1970 a través del Índice de Felicidad Bruta con el objetivo de conocer el nivel de bienestar de su ciudadanía e identificar acciones para mejorarlo, como se detalla en la sala de este país. Numerosos organismos internacionales, multilaterales y países han seguido la estela de esta revolucionaria visión del progreso y el desarrollo, como detallaremos a continuación. El gobierno francés fue pionero en traer esta visión a occidente al solicitar en 2008 al premio nobel Stiglitz, Sen y Fitoussi que analizaran mediciones del bienestar alternativas al Producto Interior Bruto, resultados que plasmaron en el “Informe de la Comisión sobre la Medición del Desarrollo Económico y del Progreso Social” (2). En 2010 Reino Unido también comenzó a desplegar una importante estrategia para impulsar el bienestar en el país incluyendo entre otras medidas, el encargo a la Office for National Statistics (Oficina Nacional de Estadística) (3) la medición de bienestar  a través de un cuadro amplio de indicadores. Naciones Unidas también se ha hecho eco de este tema y ha desarrollado distintas actuaciones al respecto. En las próximas secciones, las iniciativas de estos países se desarrollarán con mayor detalle.

A día de hoy, existen múltiples propuestas de organismos internacionales, multilaterales y nacionales para la promoción de la felicidad.

 

(1) Lombera, M. (2012). «Países declaran el derecho a la felicidad», Excelsior. https://bit.ly/3ewVt5w

(2) Stiglitz, J., Sen, A. y Fitoussi, J.P. (2010). Informe de la Comisión sobre la medición del desarrollo económico y del progreso social. https://bit.ly/3ALqE5u

(3) Office for National Statistics - UK (2021). Well-being. https://bit.ly/2VU6BTP

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