Las cosas son como son y no como nos gustaría fuesen. No podemos controlar lo que ocurre, igual que no podemos ser responsables de lo que hagan los demás, y solo podemos ser responsables de nuestros propios actos y nuestras propias respuestas a los actos de los demás y a las circunstancias de la vida.
Por ello, es importante aceptar lo que la vida nos traiga y dejar de reaccionar para aprender a responder, a dar nuestra propia respuesta auténtica y sincera, no solo la reacción automática que nos sale. Reconocer y asumir esta responsabilidad es primordial para poder tener mayor control y libertad sobre nuestras propias vidas. De esta forma podemos ser más y mejor nosotros mismos y cultivar, progresivamente, más autenticidad.
¿Qué podemos hacer?
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Cultivar la observación
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Tomar distancia de nuestros pensamientos, para dejar de creernos todo lo que pensamos.
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Cultivar la aceptación
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Trabajar el mindfulness y la respiración como herramientas para ganar en control, libertad y autenticidad.
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2. Mindfulnes
Tu concepto o percepción de la realidad no es la realidad. Cuando quedas atrapado en tus percepciones e ideas, pierdes la realidad (Tchit Nhat Hanh).
La mente está activa la mayor parte del tiempo y le encanta vagar por el pasado, o adelantarse al futuro. A este estado de pensamiento, se le llama estado de rumiación y es probablemente la causa y no solamente la consecuencia de la infelicidad. El estado de atención es lo que surge de estar presentes, con propósito, de forma abierta y amable en el momento presente y sin juzgar. Al cultivar el mindfulness, adoptamos una posición neutral como si fuésemos un observador externo.
// ¿Tiempo o dinero?
El tiempo es fundamental para desarrollarnos como personas. Necesitamos tiempo para las actividades "productivas" y "reproductivas" de cuidado y ocio.
El tiempo es uno de los recursos más escasos y valiosos, por lo que utilizarlo adecuadamente resulta crucial. Distintas encuestas e índices de medición del bienestar consideran entre sus indicadores el balance de tiempo. Los resultados obtenidos muestran que se trata de una de las dimensiones con menores niveles de satisfacción, lo que evidencia la necesidad de reflexionar sobre la percepción y el uso de este recurso tanto en el ámbito individual como colectivo. Ello se debe a que la sociedad está instalada en la dimensión del hacer, que conduce a la necesidad de ocuparse e incluso sobreocuparse y a cierta sensación de menosprecio si no se acepta esta visión.
En igualdad de condiciones, cuanto más tiempo se emplea en trabajar, de menos se dispone para cuidados y ocio. El tiempo permite disfrutar de experiencias y brinda la oportunidad de realizar tareas personales y familiares que nos enriquecen, por ejemplo, mediante el aprendizaje, la dedicación a las relaciones sociales o la participación en actividades de voluntariado. En principio, a mayor frecuencia y dedicación de tiempo a actividades de ocio, mayor calidad de vida, aunque esta relación es finita, ya que llega un punto en el disponer de más tiempo libre no resulta más satisfactorio.
Cuando se obtiene más dinero a través de la dedicación a una actividad profesional a expensas de otros recursos valiosos, como la riqueza de las relaciones, el efecto positivo que disponer de mayor poder adquisitivo ejerce en el bienestar puede quedar anulado si no se tiene con quien disfrutarlo. Por tanto, es necesario evaluar muy cuidadosamente las horas que se dedican a obtener una remuneración que permita vivir para compatibilizar el trabajo con el desarrollo de otros aspectos vitales.
Los cuidados exigen una dedicación importante y, a día de hoy, tanto en España como en Europa este tipo de tareas y las labores domésticas siguen recayendo mayoritariamente en las mujeres (1) Al dedicarse a los cuidados, las mujeres disponen de menos tiempo libre (2) y sus oportunidades para cultivar las relaciones, realizar actividades de recreo, descansar y hacer ejercicio quedan comprometidas.
Priorizar la obtención de dinero sobre la disponibilidad de tiempo, una vez cubiertas las necesidades materiales mínimas, no va a ayudarnos a ser más felices.
(1) Valverde, B. (2020). «Radiografía de los cuidados en España: femeninos y no remunerados», El País. https://bit.ly/3wTnTNI
(2) Rojas, M. (coord.) (2009). Measuring the progress of societies: reflections from Mexico, Scientific and Technogical Consultative Forum. https://bit.ly/3iaXpDa